Todo sobre las heces de los bebés alimentados con biberón

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El contenido del pañal de un bebé alimentado con biberón se ve diferente al de un bebé amamantado. Esto lo sabemos por nuestra propia experiencia, ya que el tipo de alimentación influye naturalmente en las heces. Sin embargo, este tema preocupa mucho a los padres. ¿Es normal la evacuación de mi bebé? 

Los bebés alimentados con biberón tienen heces diferentes a los amamantados

¿Cómo son las heces de los bebés alimentados con biberón? Las heces de estos bebés son más pastosas que las de los amamantados. A veces incluso ya están formadas. El color de las heces varía entre amarillo claro y verde oscuro; la gama de colores es amplia. Además, el olor suele ser más intenso en comparación con los bebés amamantados.

¿Estás amamantando a tu bebé? Hemos tratado el tema del color y la consistencia de las heces de leche materna también en nuestro blog.

Todo sobre las heces de los bebés alimentados con biberón

Tu bebé está pasando por un desarrollo increíble. Después del nacimiento, el sistema digestivo comienza a funcionar, pero aún no está completamente maduro. Además, puede ocurrir que, al beber, a veces trague demasiada aire, lo que puede provocar gases. 

Sin embargo, tu bebé se va habituando día tras día a este nuevo mundo; esto también aplica para el sistema digestivo. Ciertos procesos deben desarrollarse primero.

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El sistema digestivo cambia

Los brotes de desarrollo los conocen todos los padres y tienen una gran influencia en la digestión. Esto no solo aplica para los recién nacidos o los niños, sino también para los adultos. Factores como el estrés o los viajes a veces también causan cambios intestinales en nuestro propio cuerpo.

Por lo tanto, es completamente normal que la digestión de tu hijo cambie constantemente especialmente el primer año. El contenido del pañal te sorprenderá una y otra vez en este periodo.

Color y consistencia de las heces en bebés alimentados con biberón

Tras el nacimiento, los bebés expulsan meconio, ya sea amamantados o alimentados con biberón, aquí no hay diferencia. Después, dependiendo del tipo de alimentación, las heces cambian.

En los bebés alimentados con biberón, el color va desde amarillo claro y ocre hasta marrón arcilla. Sin embargo, también puede variar: A veces las heces están teñidas de verde oscuro. 

La consistencia también es diferente respecto a la de los bebés amamantados. Mientras que los bebés amamantados suelen tener heces más líquidas, en los alimentados con biberón generalmente es más pastosa o incluso ya formada.

 

¿Qué significa heces verdes en bebés alimentados con biberón?

La razón por la que un bebé tiene heces verdes puede ser muy variada, pero normalmente no es motivo de preocupación. 

Los bebés alimentados con biberón tienen heces verdes más a menudo que los amamantados. La coloración puede deberse a proteína hidrolizada en la fórmula hipoalergénica o al añadido de hierro en la leche infantil.

¿Pueden las heces de un bebé oler mal?

El olor de las heces depende de la alimentación. El meconio, que se expulsa tras el nacimiento, casi no tiene olor. Las heces de leche materna huelen muy suave.

En los bebés alimentados con biberón, por el contrario, suelen oler más intenso y se pueden percibir incluso como penetrante.

¿Con qué frecuencia debe hacer caca un bebé alimentado con biberón?

Los bebés alimentados con biberón evacúan entre varias veces al día hasta, como muy tarde, cada dos días. Pero esto solo es una referencia: cada bebé se desarrolla a su propio ritmo. Por regla general, los bebés alimentados con biberón hacen más heces que los amamantados.

Con el tiempo disminuye la cantidad de evacuaciones

La cantidad de veces que un niño evacúa no solo es individual, sino que también cambia con el tiempo. Al principio, puede que tras cada comida siga una evacuación. Cuanto más mayor se hace tu hijo, menos frecuentes serán las eliminaciones.

Esto se debe al desarrollo: unas tres a cuatro semanas después del nacimiento, el intestino madura y puede aprovechar más nutrientes. El resultado es heces más sólidas y menos frecuentes.

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Cuando la digestión causa molestias

Los problemas digestivos en los lactantes no son infrecuentes. Como padres, es difícil soportar que nuestro bebé tenga dolor. Puedes apoyar a tu bebé, aunque muchas veces es simplemente parte del desarrollo y, por lo tanto, inofensivo.

Estreñimiento en lactantes

El estreñimiento puede darse una y otra vez en recién nacidos. Si durante un tiempo las heces son duras y secas, puede ser signo de estreñimiento.

Suplementos para ablandar las heces no son necesarios mientras el bebé tome leche de fórmula. Tampoco suele necesitarse leche especial. Cuando comiences con la alimentación complementaria, los alimentos ricos en fibra apoyan la digestión. Sin embargo, si el estreñimiento se agrava, tu hijo tiene fuertes dolores o incluso hay sangre en las heces, es recomendable consultar a un pediatra.

Masaje abdominal contra el estreñimiento y los gases

Un masaje en el abdomen puede obrar milagros en caso de estreñimiento: masajea suavemente a tu bebé con un dedo alrededor del ombligo. Este movimiento ayuda a que los intestinos se muevan y resuelve el estreñimiento.

Como alternativa, el calor también es una buena opción. Ya sea una almohadilla de semillas de cereza o una bolsa de agua caliente, el calor estimula la digestión. Esto no solo es útil en caso de estreñimiento, sino que también puede reducir los gases. Sin embargo, asegúrate siempre de que la temperatura sea adecuada y que tu hijo se sienta cómodo. Especialmente los bebés alimentados con biberón, al principio suelen tragar demasiado aire al beber, el cual se acumula en el estómago.

Heces duras y secas

¿Tu bebé tiene que esforzarse mucho al evacuar y llora? Eso no es inusual. Para un recién nacido, no es tan fácil expulsar las heces. Esto se debe a procesos que todavía no están perfectamente coordinados en la digestión. Las heces acuosas, en cambio, no son necesariamente diarrea.

Las heces cremosas y consistentes son normales en los bebés alimentados con biberón. Pero de vez en cuando también pueden ser algo más líquidas.

¿Qué se considera diarrea?

Se define como diarrea cuando tu bebé tiene en 24 horas más de cinco veces heces líquidas con cantidad, color o olor inusuales. Si tu hijo suele evacuar raramente, incluso tres evacuaciones en 24 horas pueden indicar diarrea. 

La razón de estas diferentes interpretaciones es simple: los bebés son increíblemente diferentes y se desarrollan a su propio ritmo.

La diarrea en la mayoría de los casos es inofensiva

Las heces líquidas no siempre significan que deba haber una infección detrás. Otros cambios en la vida del bebé pueden alterar el sistema digestivo. Al igual que el estreñimiento, la diarrea es a menudo parte normal del primer año de vida y, por lo general, es completamente inofensiva.

Como padres, la mayoría de las veces podemos confiar en nuestra intuición y nuestra relación con el bebé.

Cólicos del lactante (tres meses)

Los cólicos del lactante son dolores abdominales persistentes y recurrentes en bebés de aproximadamente dos semanas a cuatro meses de edad. Los síntomas pueden ser variados, pero típicamente aparecen en las últimas horas de la tarde o por la noche.

Entre los síntomas de los cólicos del lactante se incluyen gases, calambres, inquietud, llanto prolongado y dificultades para conciliar el sueño.

Estas son las causas de los cólicos del lactante

Las causas exactas de los cólicos del lactante no se conocen por completo, y no está claro por qué se presentan con mayor frecuencia en bebés alimentados con biberón que en los amamantados. Los expertos creen que existen varios factores que contribuyen a la aparición de los cólicos:

1. Sistemas digestivos inmaduros:
   En los recién nacidos y lactantes, el sistema digestivo aún no está completamente desarrollado. Por eso, la digestión puede tardar más, lo que puede provocar gases y dolores abdominales.

2. Sensibilidad a los ingredientes:
   Algunos bebés pueden ser más sensibles a ciertos ingredientes de la leche de fórmula, lo que puede derivar en problemas digestivos y cólicos.

3. Tragar aire:
   Si los bebés tragan aire durante la alimentación, esto puede provocar gases y molestias.

4. Inquietud general:
   Algunos bebés, por naturaleza, son más inquietos y reaccionan con mayor sensibilidad a los cambios en su entorno, lo que puede causar síntomas similares a los cólicos.

Es importante señalar que los cólicos del lactante generalmente desaparecen por sí solos después de algunas semanas. Aunque pueden ser muy estresantes para los padres, normalmente son inofensivos y no tienen efectos a largo plazo sobre el crecimiento o la salud del niño.

Qué ayuda en caso de cólicos del lactante

Al igual que en el caso del estreñimiento y los gases, los masajes abdominales y el calor ayudan aquí. En especial, el “ejercicio de la bicicleta” puede ser útil: acuesta al bebé de espaldas, flexiona sus rodillas y presiónalas alternativamente hacia el abdomen. Se desaconseja el uso de infusiones como la de hinojo antes de que el bebé esté listo para la alimentación complementaria. Incluso después, el té no debería formar parte de las bebidas habituales, ya que está indicado principalmente para fines medicinales. Los bebés también se sienten a menudo más seguros y tranquilos cuando se les mece o carga en brazos. Acuna a tu bebé en un columpio o fular portabebés para ayudarle a relajarse.

Un cambio de posición puede brindar alivio: mantenlo en posición vertical al alimentarlo para reducir la presión sobre el estómago.